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El Gran Maestro llamado “Doña Magia-Sagrada” y me hizo danzante.  Me sembró en el suelo y me bautizó en el cielo.  Me impuso mi mascara y me hechizó en el aprendizaje de “la participación, del merecimiento y del agradecimiento”.  Esto, a través de la armonía impersonal, del amor, de la vacuidad humilde, de la conciencia, de la disciplina tipo militar, de la observancia de la fuerza de la voluntad, del arte, del olor de las flores y del copal, del gozo, de la sonrisa, del alejamiento del personalismo egoico, de la unión familiar, del re-entendimiento de la devoción, del re-encuentro con la fe, de la entrega al servicio y del abrazo objetivo a la tradición popular”.

En marzo de 1978 la Danza de Concheros no estaba aun abierta a la generalidad de la gente.  Los medios escritos de comunicación trataban a los danzantes con desprecio o con curiosidad folclórica (a veces con un cierto temor).  Algún viejo danzante me dijo que se referían a ellos como: “brujos y borrachos.” 

 

Mi entrada en la Corporación de Concheros de México no fue por una razón… religiosa.  Ni por un fundamento “cultural-histórico”, del re-encuentro con la sangre, con el origen, o… nacionalista.  Ni por poder o fama.  No fue por las plumas o los vestuarios.  Ni por un motivo “cósmico” (pues eso no estaba tan de moda entonces).  Tampoco fue por un discernimiento… mágico.  Ni por un móvil “filosófico-acuariano”.  Mi ingreso fue, simplemente, porque los integrantes de la Corporación… hechizaron mi corazón. 

Desde los tiempos de mi infancia en el Valle del Yaqui no había vuelto a convivir con gente de semejante calidad humana.  Gente fuerte, viva, con humor y seriedad.  Gente comprometida con su entorno y con ellos mismos.  Gente creativa.  Gente con… tierra y cielo.  Participes del hoy perdurable.  Gente… sabia.  Sencilla.  Gente que conocía bien la vida y la muerte.  Gente eterna.

Los Concheros de la Conchita

El estandarte de los Concheros de la Conchita se levanto el 8 / Dic / 2000 

En el templo de la Purísima Concepcio hubicado en el pueblo de Coyoakan en el valle de la Anahuac en Tenochtitlan Cd. de Mexhiko

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